Nueva ronda de tensiones: Supermercadistas y productores se cruzan por los aumentos de precios

Responsabilizan a los productores de alimentos y aseguran que los plazos de pago están por debajo de los 30 días.


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La disputa entre supermercadistas y productores de bienes de primera necesidad suma un capítulo más, con acusaciones cruzadas sobre la responsabilidad de los desmesurados incrementos de precios que impactan en las góndolas de los comercios. Ambos sectores se señalan mutuamente, generando un escenario de incertidumbre para los consumidores.

Fuentes del sector supermercadista desestimaron las recientes afirmaciones de la industria, que busca poner en el centro de la polémica los plazos de pago extendidos. "Lo único nuevo es que la industria está tratando de instalar mediáticamente que los descomunales aumentos que están pasando obedecen a que las cadenas de supermercados pagan a 90 o 120 días y eso es absolutamente falso", señalaron con firmeza a esta agencia.

Las fábricas, por su parte, justifican los incrementos en las listas de precios, argumentando que los plazos de pago se han convertido en un desafío considerable en medio de un escenario de aceleración inflacionaria. Afirman que la necesidad de afrontar costos y sostener la producción ante la volatilidad económica ha llevado a la adopción de plazos de pago más extensos.

Desde el lado de los supermercados, se defienden recordando que incluso durante la vigencia de Precios Justos, los proveedores obtuvieron importantes rebajas en los plazos de pago, pactados de manera oportuna y libre a cambio de la entrega de productos. Sin embargo, señalan que, a pesar de estos acuerdos, los niveles de entrega de productos han permanecido consistentemente por debajo de las demandas del mercado.

Enfatizan que, según sus registros, todos los proveedores mantienen plazos de pago por debajo de los 30 días, desmintiendo así las afirmaciones sobre demoras excesivas en los pagos.

Esta nueva ronda de tensiones pone de manifiesto la compleja relación entre los eslabones de la cadena de abastecimiento y la delicada situación económica que afecta tanto a productores como a comerciantes. Los consumidores, por su parte, observan con preocupación el impacto de esta pulseada en sus bolsillos y demandan respuestas claras y soluciones concretas que permitan frenar la escalada de precios que afecta a los productos esenciales. La resolución de estas disputas parece ser clave para restablecer la estabilidad en el mercado y garantizar el acceso a bienes fundamentales para la población.

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