La Cámara de Diputados aprueba el DNU de Javier Milei para un nuevo acuerdo con el FMI

En una tensa sesión celebrada esta tarde, la Cámara de Diputados de la Nación aprobó el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU) impulsado por el presidente Javier Milei, que habilita un nuevo acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

El respaldo al DNU provino principalmente de los bloques de La Libertad Avanza (LLA), PRO, UCR, Coalición Cívica, Innovación Federal, Producción y Trabajo, así como de parte del bloque Encuentro Federal. Además, diputados de diferentes partidos como José Luis Garrido (Por Santa Cruz), Pamela Omodeo (Creo), Ricardo Garrumuño (Fuerza), y Mario Barletta (Unidos) también votaron a favor.

Por otro lado, la oposición se mostró contundente en su rechazo, con Unión por la Patria (UxP), la izquierda y parte de Democracia para Siempre votando en contra del DNU. Entre los que se abstuvieron se encuentran diputados de Encuentro Federal, como Nicolás Massot, Emilio Monzó, Florencio Randazzo, Oscar Agost Carreño, Martín Tetaz y Lourdes Arrieta de Fuerzas del Cielo.

El apoyo del Congreso al DNU es crucial, ya que según la ley 26.122, el decreto queda firme tras la aprobación de una sola cámara parlamentaria, permitiendo al Gobierno avanzar en las negociaciones con el FMI sin la necesidad de un proyecto de ley aprobado por ambas cámaras.

La principal meta del acuerdo es asegurar un préstamo de entre 10.000 y 20.000 millones de dólares con el FMI, los cuales se destinarían a cancelar deudas con el Banco Central y reforzar las reservas monetarias del país.

La sesión fue escenario de momentos de extrema tensión, con gritos, insultos e intercambio de acusaciones entre los diputados. El presidente de la Cámara, Martín Menem, tuvo que hacer frente a duras críticas de la oposición, que le reprochó el manejo de la sesión y las decisiones tomadas en encuentros previos.

En particular, la diputada de LLA Marcela Pagano protagonizó una de las disputas más intensas al cuestionar a Menem por no haber sido ratificada como titular de la Comisión de Juicio Político, acusándolo de tener actitudes "fascistas". El debate sobre el DNU fue encabezado por Lisandro Almirón (LLA), quien defendió el acuerdo argumentando que es esencial para fortalecer las reservas del Banco Central y subsanar errores económicos históricos del país.

Por su parte, desde la oposición, figuras como Máximo Kirchner (UxP) y Carlos Heller (UxP) se mostraron escépticos sobre la falta de detalles concretos del acuerdo con el FMI, cuestionando la falta de transparencia y la urgencia del decreto. Kirchner advirtió que el Gobierno está otorgando "plenos poderes" sin conocer el monto ni las condiciones del acuerdo, mientras que Heller calificó la situación como "penosa", al aprobarse el acuerdo "a libro cerrado".

El presidente del bloque de la UCR, Rodrigo De Loredo, defendió la propuesta, aunque subrayó que el acuerdo con el FMI no es una solución definitiva, sino un "medio" para ganar tiempo, mientras que Nicolás Massot (Encuentro Federal) calificó el DNU de "ilegal" y "viciado de ilegitimidad", rechazando la forma en que se llevó a cabo la negociación.

La sesión también dejó en evidencia las diferencias internas dentro de los bloques, como ocurrió en el caso de Facundo Manes (UCR), quien se manifestó en contra del acuerdo por considerarlo "oscuro" y sin reglas claras, y subrayó que, según la Constitución Nacional, es el Congreso el único facultado para tomar decisiones sobre la contratación de créditos.

Por su parte, la diputada de Producción y Trabajo, Nancy Picón Martínez, subrayó la importancia de refinanciar la deuda con el FMI, argumentando que esto permitiría generar "un aire fresco" para el Banco Central y ordenar la salida del cepo, lo que beneficiaría a la economía argentina y las futuras inversiones en el país.

La aprobación del DNU marca un hito importante en las relaciones del Gobierno con el FMI y será clave para las negociaciones económicas de los próximos meses. Sin embargo, el debate sobre el acuerdo continuará siendo un tema de discusión en el Congreso y en la sociedad, dada la falta de detalles concretos sobre los términos del préstamo y la creciente polarización política en torno al tema.