La Cámara de Diputados aprobó la Ley de Bases y Puntos de Partida tras intenso debate

En una jornada maratónica que se extendió por 20 horas, la Cámara de Diputados ha dado un paso significativo al aprobar la ley de Bases y Puntos de Partida en general. Esta crucial legislación ahora avanza hacia su votación en particular, tras una serie de intensas deliberaciones y cuestiones de privilegio entre los diferentes bloques parlamentarios.

Con 142 votos a favor, 106 en contra y cinco abstenciones, la medida ha sido respaldada mayoritariamente en el recinto de la Cámara baja. Durante el debate, se expresaron una amplia gama de argumentos, tanto sólidos como endebles, así como también diversas chicanas políticas.

El respaldo a la iniciativa provino de una coalición de fuerzas, destacando el apoyo de La Libertad Avanza, respaldado por los bloques de la Unión Cívica Radical (UCR), Hacemos Coalición Federal, Innovación Federal, junto con otros bloques provinciales. Además, el PRO, como se había anticipado, ofreció su respaldo total a la propuesta.

En contraposición, los bloques completos de Unión por la Patria y la Izquierda votaron en contra de la ley, contando con el respaldo de los socialistas y Natalia de la Sota (Córdoba). Por otro lado, cinco diputados optaron por la abstención, entre ellos destacan los radicales liderados por Facundo Manes, y se sumó Mónica Frade (Coalición Cívica).

Este hito legislativo coloca al oficialismo ante un desafío crucial en la próxima fase: asegurar el apoyo mayoritario de los legisladores aliados durante la votación en particular. Uno de los puntos más sensibles dentro del proyecto de ley es el artículo tres, que trata sobre la Reforma del Estado.

Este artículo específicamente aborda los poderes otorgados al presidente Javier Milei para la modificación o eliminación de competencias, funciones o responsabilidades, así como también la reorganización de su estructura jurídica o la transferencia de competencias a las provincias.

La aprobación de esta ley marca un hito en el proceso legislativo del país, pero también desata un intenso debate sobre los límites del poder ejecutivo y la distribución de competencias entre el gobierno central y las provincias. La sesión en particular promete ser un escenario de confrontación y negociación política, donde se definirá el destino de esta controvertida legislación.