Disconformidad de taxistas marplatenses ante medidas repentinas del Ejecutivo Local
La medida, que afecta directamente a los trabajadores del volante, ha generado malestar al no haber sido notificada previamente a ninguna entidad representativa del sector.
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En una sorpresiva movida del Poder Ejecutivo Local, los taxistas de Mar del Plata manifiestan su profunda disconformidad ante la implementación repentina de un sistema de rotación de turnos para la temporada veraniega.
La falta de comunicación formal con las entidades que representan legalmente a los taxistas ha dejado perplejos a los trabajadores, quienes se han enterado de la novedad a través de los medios periodísticos. Cabe destacar que todas estas entidades cuentan con representación legal y domicilio físico.
La notificación de la nueva reglamentación, con solo cuatro días de anticipación para su aplicación, ha generado preocupación entre los taxistas. La imposición de un sistema de rotación de turnos implica un cambio en los horarios laborales, al cual la mayoría de los trabajadores deberá adaptarse en un corto plazo. Esta situación plantea complicaciones para cumplir con la nueva norma, considerando la responsabilidad que implica contratar un empleado en estos días.
Los taxistas también expresan su inquietud por la seguridad, especialmente en horas nocturnas, señalando que el gobierno local no ha logrado resolver el problema de la inseguridad al cual son víctimas. Además, lamentan que el Municipio imponga requisitos basados en una antigua ordenanza, mientras observan que otras normativas más recientes, como la 23928, no se cumplen en lo más mínimo.
En su comunicado, los taxistas subrayan su preocupación por la competencia desleal de cientos de autos ilegales que, según ellos, roban descaradamente su trabajo sin respetar las normativas establecidas. Aseguran que el Municipio parece anteponer los intereses de empresas internacionales a los derechos legítimos de los trabajadores marplatenses, lo cual perciben como una amenaza para el trabajo formal y genuino.
Finalmente, los taxistas hacen hincapié en su condición de transporte público y niegan ser un monopolio, solicitando al Poder Ejecutivo de la ciudad la garantía de la defensa de sus derechos y una competencia leal, similar a la que se ejerce con remises, autos rurales y autos de alta gama.