
Gabriel Mestre, obispo de Mar del Plata, contó en Vencedores y Vencidos cómo está transitando la cuarentena y qué se encuentra cuando recorre los barrios más vulnerables de General Pueyrredon.
“Estoy en la cuarentena en la Catedral con otros cuatro curas y siempre resptando las normas. Salgo también a visitar barrios y comunidades de monjas y sacerdotes para saber qué necesitan”, dijo.
Y añadió que “tenemos un cordón de pobreza permanente que se atiende desde sectores como cáritas, a través de las donaciones y por trabajo con estamentos municipales, provinciales y nacionales”.
“Hay muchas familias que están tocadas y pasando importantes necesidades por éstos días, como comer una sola vez por día o priorizar la alimentación de los niños”, manifestó.
Y agregó que “la gente nos transmite la desesperación de no tener para comer. Esto lo viven mucho los curas que están en los barrios”.
“En situación de total y abosluta necesidad no habría un robo si alguien retira algo necesario para él o para quien tiene a cargo. No habría situación de robo como pecado. Otra cosa es el robo como delito común para un modo de vida”, concluyó.