La oposición reclama sobre mordeduras de perros y políticas de castración en General Pueyrredon

Fuerte descargo del Concejal Diego Garcia.


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En la reciente sesión ordinaria del Honorable Concejo Deliberante, se llevó a cabo una importante intervención enfocada en la creciente problemática de las mordeduras de perros en el Partido de General Pueyrredon y la relación directa de estos incidentes con las políticas de castración.

Las mordeduras de perros representan un serio problema de salud pública en la región. Según datos presentados durante la sesión, las internaciones hospitalarias por mordeduras de perros han aumentado casi un 20% en lo que va del año, siendo los niños las principales víctimas. Estos incidentes ocurren tanto en los hogares como en la vía pública, involucrando a perros sueltos o en jaurías. La intervención subrayó que la castración no solo es esencial para controlar la superpoblación canina, sino también para disminuir la peligrosidad, especialmente en perros machos de gran tamaño.

Se resaltó la competencia municipal en la solución de esta problemática, ya que las gestiones locales tienen plena potestad sobre las políticas de zoonosis. En este contexto, se citó como ejemplo al municipio de Almirante Brown, el cual ha implementado desde 1996 una constante y efectiva política de equilibrio poblacional de perros y gatos. En 2023, la Secretaría de Salud de Almirante Brown, con un presupuesto de 2 mil millones de pesos, realizó 150 castraciones diarias mediante una robusta política de hospitales veterinarios municipales.

En contraste, General Pueyrredon, con un presupuesto de 7 mil millones de pesos en el mismo sector, llevó a cabo un promedio de 50 castraciones por día. A pesar de contar con los recursos, el personal y la legislación necesarios, la gestión local ha sido insuficiente. La intervención destacó que, con estos números y considerando que la Secretaría planea disminuir la cantidad de castraciones en 2024, la política sanitaria actual no será adecuada para reducir la sobrepoblación canina y las mordeduras.

El llamado a la acción fue claro: “Está el recurso, está el personal, está la legislación. No está la gestión. Es un problema municipal, no podemos echarle la culpa a nadie.”

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