El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que la inflación de abril se ubicó en 8,8%, marcando así un descenso a un dígito por primera vez en meses. Esta cifra representa un alivio relativo en el contexto de una economía marcada por la recesión, aunque el costo de vida acumuló un aumento del 65% en los primeros cuatro meses del año y un vertiginoso 289,4% en los últimos doce meses.
La división que más contribuyó al aumento de precios en abril fue Vivienda, agua, electricidad, gas y otros combustibles, con un incremento del 35,6%, impulsado principalmente por las subas en las tarifas de servicios básicos como gas, agua y electricidad. Estos ajustes fueron fundamentales para la configuración del índice mensual, reflejando el impacto directo de las políticas tarifarias en el bolsillo de los consumidores.
A pesar de la desaceleración de la inflación en abril, la situación económica sigue siendo compleja. Sin embargo, el Gobierno celebró lo que denominó "la inflación núcleo más baja desde enero de 2023", destacando que la tendencia a la baja podría ser un indicio de estabilización en los precios.
"Estamos viendo los frutos de las medidas implementadas para controlar la inflación. Aunque el camino es largo, estos resultados nos muestran que estamos en la dirección correcta", declaró un vocero del Ministerio de Economía.
Analistas económicos, por su parte, advierten que si bien el descenso a un dígito es positivo, la inflación acumulada sigue siendo extremadamente alta, lo que continúa erosionando el poder adquisitivo de los ciudadanos. Además, señalan que las subas en servicios esenciales como los combustibles y la energía tienen un efecto cascada en el resto de la economía, dificultando una recuperación más sostenida.
La sociedad recibe este descenso con cautela, consciente de que la inflación sigue siendo una preocupación central y que los desafíos económicos persisten. El gobierno se enfrenta ahora al reto de mantener esta tendencia y lograr una mayor estabilidad en el mediano plazo, mientras los ciudadanos esperan que los próximos meses traigan un alivio más significativo a sus economías domésticas.