Con la muerte del Papa, comienza el proceso para elegir a su sucesor
La "fumata blanca"volverá aparecer.
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El Papa Francisco falleció este lunes a los 88 años en su residencia de la Casa Santa Marta, en el Vaticano. La noticia fue confirmada por el cardenal Kevin Joseph Farrell, camarlengo de la Iglesia Católica, quien tiene la responsabilidad de verificar oficialmente la muerte del pontífice y dar inicio al protocolo eclesiástico que sigue a la desaparición de un papa.
“Con profundo dolor tengo que anunciar que el Papa Francisco ha muerto a las 7:35 horas de hoy. El obispo de Roma ha vuelto a la casa del Padre”, declaró Farrell en un emotivo videomensaje difundido por el Vaticano.
Con su fallecimiento, se abre un momento clave en la historia de la Iglesia Católica: el proceso para elegir a un nuevo papa. Este procedimiento, tan solemne como estructurado, se rige por siglos de tradición y normas canónicas.
Se declara la “Sede Vacante”
Tras el anuncio oficial del fallecimiento, se ha declarado el estado de “sede vacante”, es decir, el período en que la Iglesia se encuentra sin un pontífice al frente. Durante este tiempo, el gobierno provisional de la Iglesia recae en el camarlengo, quien tiene funciones estrictamente administrativas y no puede tomar decisiones doctrinales.
Se activan los preparativos funerarios
Uno de los primeros pasos será la organización del funeral. El cuerpo del papa será expuesto durante nueve días —un período conocido como los Novendiales— para que los fieles puedan rendirle homenaje. A diferencia de sus predecesores, Francisco dejó instrucciones para simplificar sus exequias. Entre ellas, dispuso que su cuerpo no fuera velado en su habitación, sino en la capilla, y que no fuese expuesto sobre un catafalco en la Basílica de San Pedro.
El papa argentino será enterrado en la basílica de Santa María la Mayor, un lugar de profundo significado personal para él por su devoción a la Virgen Salus Populi Romani.
Además, el Anillo del Pescador, símbolo de su autoridad papal, será destruido, y su apartamento en Santa Marta, donde eligió vivir en vez del Palacio Apostólico, será sellado.
Los cardenales se preparan para el cónclave
Paralelamente al luto, el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re, ha comenzado a convocar a todos los cardenales del mundo a Roma. Ellos conformarán las llamadas congregaciones generales, que establecerán los plazos del funeral y del próximo cónclave.
El cónclave, que deberá celebrarse dentro de los 20 días posteriores al fallecimiento, reunirá en la Capilla Sixtina a todos los cardenales menores de 80 años. Allí, encerrados bajo estricto secreto, votarán sucesivas veces hasta alcanzar el consenso necesario para elegir al próximo líder de la Iglesia.
Hacia una nueva era para la Iglesia
La duración del cónclave es incierta, ya que depende de la capacidad del Colegio Cardenalicio para alcanzar un acuerdo. Una vez que se elija al nuevo pontífice, el mundo entero será notificado con la tradicional fumata blanca, el humo blanco que saldrá de la chimenea de la Capilla Sixtina.
El fallecimiento del papa Francisco marca el fin de un pontificado caracterizado por su cercanía pastoral, su enfoque en los más necesitados y su impulso reformador dentro de la Iglesia. Con la elección de su sucesor, se abrirá una nueva página en la historia del catolicismo.