Bajas temperaturas y falta de calefacción obligan a reducir horarios en escuelas
Las autoridades educativas y los responsables de infraestructura escolar tienen el desafío de atender estas demandas para evitar que situaciones similares se repitan
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En respuesta a las bajas temperaturas y la carencia de calefacción, varias escuelas han tomado la decisión de ajustar sus horarios de clases. Un claro ejemplo es la Escuela Secundaria Nº 15 (EES Nº 15), ubicada en Belisario Roldán al 2800, que anunció modificaciones en sus horarios a partir de este jueves 16 de mayo.
Las autoridades de la institución informaron que el turno mañana comenzará a las 9:30, mientras que el turno tarde finalizará a las 16:30. Esta medida tiene como objetivo principal garantizar un entorno más seguro y cómodo para los estudiantes y el personal escolar en medio de condiciones climáticas adversas y múltiples problemas de infraestructura.
La escuela EES Nº 15 enfrenta varios desafíos: la falta de calefacción, la escasez de luminarias en las aulas, filtraciones en los techos que afectan diversas áreas, incluyendo la Sala Maternal, y la necesidad urgente de desratización. Estos problemas han sido señalados por la comunidad educativa como factores que comprometen seriamente el bienestar y la seguridad de todos los que asisten al establecimiento.
Esta situación no es única, ya que otras escuelas de la región están evaluando medidas similares para enfrentar las dificultades que presentan las bajas temperaturas y las deficiencias en la infraestructura. La comunidad educativa ha expresado su preocupación y ha instado a las autoridades pertinentes a tomar medidas inmediatas para resolver estos problemas, que afectan directamente el desarrollo académico y la salud de los estudiantes.
El recorte en los horarios de clases es una medida temporal mientras se buscan soluciones más permanentes. Sin embargo, esta situación pone en evidencia la necesidad urgente de inversiones y reparaciones en las instalaciones escolares para asegurar condiciones dignas y seguras para la educación de los jóvenes.
Las autoridades educativas y los responsables de infraestructura escolar tienen el desafío de atender estas demandas para evitar que situaciones similares se repitan y garantizar un ambiente adecuado para el aprendizaje, especialmente en épocas de frío extremo. La comunidad educativa sigue atenta y en espera de respuestas concretas que permitan normalizar las actividades escolares lo antes posible.